Adorable perla entre fantasmas
hazte luz ante mis ojos ansiosos
llevo siglos esperando
concretar la eterna suavidad onírica.

La ceguera se enmudece
galope incesante del corazón, los miedos insensatos
ten piedad de mí, futuro
apiádate de mí, mundo hostil del que no me puedo arrancar.

Pero no me nombres, no me definas
yo no soy concepto, soy la niña que nació cien años atrás
yo soy las palabras no pronunciadas
por los héroes inútiles enterrados en el olvido.