17.6.11


Reminiscencia. Volver o no volver (como si se pudiera elegir). Y si se pudiera, ¿yo que haría? Dejar vivir a mi mente o a mi cuerpo, sabiendo perfectamente que no me es posible dejar vivir a ámbos. Entonces, una elección. Y mi corazón, ¿dónde queda en esta encrucijada? ¿Acaso existe aún? Está latiendo, puedo sentirlo pero, ¿es eso garantía de su existencia? llevo horas, días, meses ignorándolo, o tal vez lo haya hecho desde el día uno. No lo conozco y no me conozco. Hay cenizas por todas partes, afuera, adentro, opacándolo todo y desgastándome. Los días son maravillosos, para bien o para mal, aprendo mucho y si el tiempo me lo permite (como si el tiempo fuera algo más que un artificio) seguiré ocupándome de mi mente, dejando para nunca tantas cositas chiquitas bonitas caricias risueñas, un techo que se abre y deja ver el sol pero ya no más, ya no tiene un sentido y nada lo tiene, aunque a veces duela que ciertas cosas no lo tengan. Y acá estoy, es otra mañana, el viento es frío y sopla empujándome la espalda. Todo esto que sé no me resguarda de mis propias sombras espectantes. Nada me resguarda si el ataque nace desde adentro, aunque me aísle del mundo entero y no ame a ningún ser, sigo estando yo acá y por lo tanto...
Mi estrategia no es más que ingenuidad, fragilidad, puntadas en el alma. La ventana diáfana que me separa de la serenidad y de los sueños dulces, suaves que componen una telaraña de perfección. Tantas voces, tantas grietas, tanta frivolidad me asquea y me vuelvo intolerante, un poco insoportable, elitista, soberbia y no se cuántas cosas más, porque me asquean las descripciones baratas también, primas hermanas de las explicaciones.
Reminiscencia. Adormecer en las orillas de un mar inventado, con olas perladas que me acarician pero luego se van, siempre se van. Y qué gran pena dejan aquí. Qué dolor en el alma, qué vacío, cuánta soledad. Si esa caricia se prolongara eternamente y yo aprendiera a ser feliz en la continuidad... tal vez.
Sueños de eternidad, de identidad, de reflejo perfecto. Ya que todo esto no puede ser eterno, ni siquiera real, voy a crear un mundo nuevo de ahora en más y para la posteridad. Esperemos...

No hay comentarios:

Publicar un comentario

copos de azúcar