Momentos de introspección que atacan sin importar quienes estén a mi alrededor. No es tristeza ni es ira. No es destrucción ni salvación. Es la nada que resurge y se hace pared ante mí. El muro infinito. Yo trepando, yo llorando hacia adentro, yo vomitando, yo sangrando. Ese tipo de cosas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
copos de azúcar